PRESENTACIÓN


GLOSARIO (Del lat. glossarĭum).1. m. Catálogo de palabras oscuras o desusadas, con definición o explicación de cada una de ellas.2. m. Catálogo de palabras de una misma disciplina, de un mismo campo de estudio, etc., definidas o comentadas.3. m. Conjunto de glosas o comentarios, normalmente sobre textos de un mismo autor.El glosario se encuentra generalmente en la parte final de un libro, investigación, tesis, etc., e incluye todos aquellos términos que son poco conocidos, difíciles de interpretar o no se los utiliza comunmente en el contexto textual en el que aparece; se incluye cada uno con sus respectivas definiciones.Este Glosario de Investigación Educativa ha sido construido con los conceptos nuevos sobre investigación y la reconstrucción de otros más o menos viejos. Algunos incluyen su referencia pues son definiciones "oficiales", mientras que otros son conceptos personales.

sábado, 31 de octubre de 2015

Representaciones Sociales



La teoría de las Representaciones Sociales se ha interesado por estudiar el pensamiento de sentido común a partir del significado que las personas le asignan a un objeto, suceso o persona para comprender una situación dada.

Su creador es Sergei Moscovici quien postula que "Las representaciones sociales, se forman, a su vez, como sistemas de códigos, valores, lógicas clasificatorias, principios interpretativos y orientadores de las prácticas, que definen la llamada conciencia colectiva, la cual se rige con fuerza normativa en tanto establece los límites y las posibilidades de la forma en que los seres humanos actúan en el mundo" Moscovici (1993).

Básicamente el espacio epistémico de las representaciones sociales está constituido por el pensamiento de sentido común y los razonamientos cotidianos en torno a los fenómenos de la sociedad, es decir las explicaciones que orientan la acción de los individuos, los grupos y las comunidades en un contexto social  determinado, sin embargo no todo pensamiento social es una representación social. Su característica principal está en que es un producto cultural dentro de una estructura social compartida por un grupo o comunidad y que emerge de acuerdo con un contexto histórico determinado. Por lo tanto no hay representación social sin objeto, es así como se establece el proceso de objetivación.

En palabras de Moscovici “Objetivar es reabsorber un exceso de significados materializándolos” (citado en Materán, 2008, p. 246). La objetivación comprende tres fases: la primera consiste en adquirir  información social que gira alrededor de un objeto determinado, información que las personas, a partir de sus experiencias con el objeto,  seleccionan, aglutinan y descontextualizan; durante la segunda fase forman el núcleo figurativo, es decir establecen aquéllas características “fijas” del objeto, con las que se forman una estructura conceptual o la elaboración de una imagen, lo que les permite representar el objeto; finalmente, con base en las dos primeras fases se llega a la tercera que consiste en la naturalización, en ella el individuo “dota a la representación de un estatus de evidencia” (Álvarez Bermúdez, 2004, p. 42).

El hecho es que al pasar el tiempo y acumular experiencia e incorporar información nueva sobre el objeto, las personas van afinando su representación sobre éste en una dinámica constante, hasta que el objeto está suficientemente interiorizado, es decir “naturalizado”, por lo que otra característica es que las representaciones ocurren sólo sobre las personas, hechos u objetos que son significativos para el individuo (Razo González A. , 2012).

El segundo proceso importante dentro de las representaciones sociales, además de la objetivación es el anclaje, “consiste en integrar la información de un objeto dentro del sistema de pensamiento ya constituido” (Álvarez Bermúdez, 2004, p. 43) a través de éste se integra la novedad, se interpreta la realidad y se orienta la conducta y las relaciones sociales, “se liga con el marco de referencia desde la colectividad y es un instrumento útil para interpretar la realidad y actuar sobre ella” (Mora, 2002, p. 12).

El anclaje genera conclusiones rápidas sobre la conformidad y la desviación de la nueva información con respecto al modelo existente y proporciona marcos ideológicamente constituidos para integrar la representación y sus funciones. (Jodelet, 1984, citado en Mora, 2002, p. 12). A través del anclaje, la representación social integra el contenido desde donde el sujeto construye su mundo, a partir de la experiencia vivida y la información preexistente, condicionadas por el contexto social e histórico.

Mora (2002) y Álvarez (2004), basados en el trabajo de Moscovici (1961:1993) y de otros autores como Abric (2011) y Paéz (1987) exponen las tres dimensiones básicas para el análisis de las representaciones sociales:

   La dimensión informativa: se refiere a la forma de conocimiento cuali- cuantitativo inherente al objeto de una representación, es la “organización o suma de conocimientos con que cuenta un grupo acerca de un acontecimiento, hecho o fenómeno de naturaleza social” en esta dimensión encontramos la riqueza de datos o explicaciones que sobre la realidad tienen los individuos en su actuar cotidiano.

    La dimensión actitudinal: consiste en una postura evaluativa-afectiva que se toma ante el objeto, es la valoración que de éste hace la persona, así como las emociones que le despiertan. Se relaciona con la orientación favorable o desfavorable con respecto al objeto de la representación social, esto representa el componente más cercano a la conducta.

  El campo de la representación: contiene el núcleo figurativo, los elementos “fijos” y secundarios, “expresa la organización del contenido de la representación en forma jerarquizada, variando de grupo a grupo e inclusive al interior del mismo grupo”. Permite visualizar el carácter del contenido, las propiedades cualitativas o imaginativas, en un campo que integra informaciones en un nuevo nivel de organización en relación a sus fuentes inmediatas.

Referencias

Abric, J. (2011). Prácticas y Representaciones Sociales. México: Ediciones Coyoacán.

Álvarez Bermúdez, J. (2004). El contexto social y teórico del surgimiento de la teoría de las representaciones sociales. En E. Romero Rodríguez, Representaciones Sociales: Atisbos y cavilaciones del devenir de cuatro décadas (pp. 29 - 53). México: Benemérita Universidad de Puebla.

Jodelet, D. (1993). La representaicón social: fenómenos, concepto y teoría. En S. Moscovici, Psicología Social II. España: Ediciones Paidós.

Materán, A. (2008). Las representaciones sociales: un referente teòrico para la investigaciòn educativa. (U. d. Andes, Ed.) Geoenseñanza, 13(2), 243-248.

Mora, M. (2002). La teoría de la representaciones sociales de Serge Moscovici. (U. d. Guadalajara, Ed.) Athenea Digitasl (2), 1-25.

Moscovici, S. (1993). Psicología Social II. Barcelona: Paidós.

Paéz, D. (1987). Características, funciones y proceso de formación de las representaciones sociales. En D. Paéz, Pensamiento, individuo y sociedad. Cognición y representación social. Madird: Fundamentos.

Razo González, A. (2012). El quehacer del Gerontólogo: Representaciones sociales e los profesores de la Licenciatura en Gerontología de la UNEVE. MÉXICO: Tesis de Maestría USB.



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